El criterio por el que este Bien forma parte de la Lista de
Patrimonio Mundial es:
"Criterio
(X), contener los hábitats naturales más representativos y más importantes para
la conservación in situ de la diversidad biológica, comprendidos aquellos en
los que sobreviven especies amenazadas que tienen un Valor Universal
Excepcional desde el punto de vista de la ciencia o de la conservación."
El
Santuario de Ballenas de El Vizcaíno contiene el espacio más importante de
reproducción de ballena gris en el mundo, lo que ha permitido salvar a esta
especie de la extinción, manteniendo los procesos de evolución milenaria de
este ecosistema.
Ojo de
Liebre y San Ignacio son lagunas de reproducción excepcional y los sitios de
invernación de la población de ballena gris, ya que reúnen un conjunto único de
características físicas y químicas, como la profundidad, temperatura,
nutrientes, salinidad, entre otros, lo que lo convierte en un sitio ideal para
el apareamiento y la reproducción.
Los
humedales de las inmediaciones, rodeados de vegetación árida constituyen de los
más importantes de América del Norte, conforman un rico hábitat para aves
residentes y migratorias, como gansos de collar, pelícano gris y blanco, garza
azul y águila pescadora. En la zona costera se han registrado alrededor de 20
especies en peligro de extinción, entre ellas cuatro especies de tortugas
marinas: laúd, la tortuga verde, tortuga carey, y golfina. El sitio también
ayuda a preservar dos de las seis sub-provincias de la Provincia Florística del
Desierto de Sonora (Desierto Vizcaíno y Magdalena), ayudando a mantener las
funciones de los corredores biológicos a lo largo de este desierto, así como
entre el Pacífico y el Mar de Cortés o Golfo de California. Contiene 463
especies de la flora terrestre, incluyendo 37 especies endémicas del sitio.
Las
agrestes montañas, llanuras, y los cañones del sitio permiten la presencia de
dos subespecies del borrego cimarrón (Ovis canadensis cremnobates y O. canadensis wheemsi),
puma, venado bura, el zorro del desierto, cuatro especies de serpientes de
cascabel, el halcón peregrino, y el águila dorada. En las praderas del desierto
de El Vizcaíno habita la última población del berrendo peninsular (Antilocapra americana
peninsularis) que se encuentra en peligro de extinción en Baja
California, lo que hace de este sitio un lugar primordial para su conservación.
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